Victoria para Harry: autorizan nueva revisión de las amenazas contra el duque de Sussex

El Comité Ejecutivo Real y VIP (RAVEC) inició una nueva evaluación exhaustiva sobre las amenazas que enfrenta el príncipe Harry, que ocupa el quinto lugar en la línea de sucesión al trono, según fuentes oficiales. El proceso, en el que participó el equipo del duque de Sussex, lleva en marcha al menos un mes y recogerá pruebas de la policía, del Gobierno y de la delegación del príncipe.

El cambio de postura del Ministerio del Interior se produjo luego de una carta personal que Harry dirigió a la nueva ministra, Shabana Mahmood, en la que solicitó revisar la política de seguridad que se le aplicó tras abandonar las funciones oficiales. RAVEC ordenó reabrir la evaluación por primera vez en casi seis años, indicaron las fuentes.

Las conclusiones se esperan para el próximo mes cuando la Junta de Gestión de Riesgos (RMB) entregue las pruebas recopiladas. Si la evaluación confirma un nivel de amenaza elevado, la decisión podría permitir la reconcesión de protección policial armada y escoltas durante sus desplazamientos en el Reino Unido.

Detalles del proceso y antecedentes

RAVEC integra al Ministerio del Interior, al secretario del rey y a la policía. El comité valorará la información suministrada por la policía y por la propia delegación del duque, explicaron fuentes oficiales.

Antes de dejar la Familia Real y con su servicio militar en Afganistán, Harry ocupaba una posición de alto riesgo. Cuando se mudó a Canadá y luego a Estados Unidos perdió la protección automática financiada con fondos públicos y debió asumir medidas privadas de seguridad.

Desde su salida, cualquier visita de Harry al Reino Unido requiere un aviso previo de 30 días para valorar cada viaje de forma individual. En la práctica, la protección fue mínima o nula: en lugar de escoltas armadas se le asignó un oficial de enlace con funciones limitadas.

Riesgos, motivos de la revisión y tensión familiar

El informe oficial vinculó la revisión en parte al deterioro de la salud del rey Carlos III tras un tratamiento contra el cáncer y al deseo del monarca de conocer a sus nietos Lilibet y Archie, a quienes solo vio una vez. Esa circunstancia influyó en la decisión de revaluar el nivel de protección.

Harry presentó recursos legales contra la retirada de la seguridad automática y perdió la apelación en mayo; los jueces consideraron que su queja no constituyó un argumento legal válido. No obstante, el príncipe siguió buscando una evaluación completa de riesgos, que no recibía desde abril de 2019.

Varios incidentes reforzaron sus temores: hubo condenas a individuos por conspirar para asesinarlo, por amenazas o por incitar atentados, y se registraron al menos 14 intentos de intrusión en su residencia de Montecito, lo que obligó a reforzar la seguridad privada en su hogar.

Neil Basu, exjefe antiterrorista que integró RAVEC entre 2018 y 2021, consideró que no evaluar nuevamente el riesgo fue un error y señaló que el perfil de amenaza posiblemente no disminuyó; indicó que muchas de las amenazas provienen de personas obsesivas y que la única forma de neutralizarlas es mantener una protección cercana y activa.

En paralelo, Meghan atraviesa una situación personal angustiosa: su padre, Thomas Markle, de 81 años, fue sometido en Filipinas a una cirugía por un coágulo sanguíneo que derivó en la amputación por debajo de la rodilla. Meghan intentó localizarlo llamando a hospitales en Cebú y pidiendo una nota manuscrita, pero no tiene confirmación del centro donde se realiza el tratamiento, según informes entre ellos del Daily Mail.

Si la evaluación resulta favorable, Harry podría establecer una base en el Reino Unido en pocas semanas y recuperar contacto con su padre y con los nietos del rey. En términos prácticos, una decisión positiva implicaría restablecer protección policial armada y escoltas que faciliten los desplazamientos de la familia Sussex en el país.