Efemérides
Día del Trabajador Rural: historia, derechos y esfuerzo en el campo
/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/trabajador_rural.jpeg)
Más allá del marco legal, el 8 de octubre es una fecha que invita a reconocer el valor humano detrás de la producción agropecuaria. En cada cosecha, en cada ordeñe o en cada jornada de trabajo en el campo, hay hombres y mujeres que sostienen con dedicación la cadena productiva y alimentaria del país.
(Por Agustina Azcoaga) - Cada 8 de octubre se celebra el Día del Trabajador Rural en la Argentina, en homenaje a la sanción del primer Estatuto del Peón de Campo. Aquella norma, promulgada en 1944, marcó un antes y un después en la historia laboral del país al reconocer derechos básicos para quienes sostienen con su esfuerzo diario la producción agropecuaria.
En esta fecha se recuerda la sanción del Decreto N° 28.169, conocido como Estatuto del Peón de Campo, impulsado en 1944 por el entonces secretario de Trabajo y Previsión, Juan Domingo Perón, y promulgado durante la presidencia de Edelmiro Farrell.
Esa legislación pionera estableció por primera vez vacaciones pagas, salario mínimo, descanso dominical obligatorio, pago en moneda nacional, alojamiento digno y asistencia médica. Un marco que buscó mejorar las condiciones de vida y de trabajo de miles de peones que, hasta ese momento, desarrollaban su labor en condiciones muy precarias.
El Estatuto fue producto de décadas de reclamos y organización de los trabajadores rurales, con antecedentes en las luchas de principios del siglo XX, como las huelgas de la Patagonia Rebelde. Si bien fue derogado en distintos períodos de gobiernos de facto, cada etapa democrática volvió a poner en valor la figura del trabajador del campo.
Con el paso del tiempo, la norma fue actualizándose. En 2004 se introdujeron modificaciones acordes a la realidad productiva, y en 2011 se sancionó la Ley 26.727, que estableció un nuevo Régimen de Trabajo Agrario.
Entre sus principales disposiciones, la ley fija una jornada laboral de ocho horas (44 horas semanales), reconoce el pago de horas extras y descansos semanales, y determina que las remuneraciones mínimas deben ser fijadas por el Consejo Nacional de Trabajo Agrario, siempre por encima del salario mínimo vital y móvil.
También promueve condiciones adecuadas de higiene, seguridad y bienestar, pilares fundamentales para el desarrollo de una actividad que exige esfuerzo físico, conocimiento técnico y compromiso permanente.
Más allá del marco legal, el 8 de octubre es una fecha que invita a reconocer el valor humano detrás de la producción agropecuaria. En cada cosecha, en cada ordeñe o en cada jornada de trabajo en el campo, hay hombres y mujeres que sostienen con dedicación la cadena productiva y alimentaria del país.