Exitoso arranque
El Eternauta es muy buena y atrae multitudes, pero llegó tarde

La historia protagonizada por Ricardo Darín toca temas que los aficionados de las series ya vienen consumiendo desde hace por lo menos una década. Una cosa, no quita a la otra.
(Por Gonzalo Zentner) - El esperado estreno de la serie adaptación del cómic argentino, El Eternauta, es furor por estos días en Argentina y gran parte del mundo. Así lo hacen saber quienes revisan seguido los rakings de audiencia de las plataformas de streaming. En este caso, Netflix.
El Eternatura interpela la condición humana, una vez más.
La historia de Juan Salvo interpretada por Ricardo Darín se lleva todas las miradas. Un héroe de Malvinas ahora lucha contra el apocalipsis desatado en pleno Buenos Aires, con una invasión alienígena incluida. Todo por ver.
Pese al exitoso arranque, a la calidad de filmación y los sorprendentes efectos especiales y de edición (quién imaginaría ver una Capital Federal cubierta de nieve con extraterrestres gigantes correteando por ahí), la temática no es nueva. Así lo olfatean quienes ya consumen este tipo de contenidos desde hace por lo menos una década.
Escena 1
31 de octubre de 2010. La cadena televisiva estadounidense AMC puso al aire The Walking Dead. Se asemeja a la historia de Oesterheld porque también está basada en una tira de cómics. Un sheriff se despierta de un coma y se topa con un mundo totalmente arrasado; con zombies por doquier y humanos resistiendo.
La serie norteamericana cerró con 11 temporadas en 12 años. Un extensísimo camino para reflejar los problemas básicos de la humanidad ante crisis globales. La lógica amigo / enemigo, los amores / desamores y otras tantas cuestiones que los protagonistas debieron enfrentar bajo amenaza zombie.
En la historia argenta, las situaciones parecen replicarse. Un problema global, la humanidad en crisis y las cuestiones básicas por resolver. Comida, seguridad, protección, supervivencia. Armas y enemigos, propios y ajenos. La figura de líder, el positivo y el negativo. Todo, en un combo perfecto que intercala lo ficticio con lo real.
Líderes, positivos y negativos, siempre ante cada adversidad.
Escena 2
Julio de 2016. Netflix rompe la escena del mundo de las series con Stranger Things. Una mega producción audiovisual al estilo Hollywood ambientada en la década del ‘80. Todo un mensaje para los nostálgicos. Música, costumbres, atuendos. Guiños y más guiños a los elementos que resaltaron en aquellos tiempos en Estados Unidos.
La trama comienza con un niño desaparecido, una chica con aparentes súper poderes mentales y el misterio por una supuesta invasión alienígena. Escenas a negro, música tensional y banda sonora con rock and rolles de la época. Con cuatro temporadas emitidas y la última postergada por la pandemia, la historia se cerrará este 2025.
La serie creada y dirigida por los hermanos Duffer también apeló a la organización primigenia de la humanidad para plantear y sobrellevar la historia. Otra vez, buenos y malos. Líderes y contra líderes. Supervivencia y un enemigo ulterior.
Los protagonistas llevan adelante un rol bien definido.
Escena 3
Más atrás en el tiempo, en septiembre de 2004 una de las cadenas de TV más populares de EE.UU puso al aire Lost (Perdidos). Una misteriosa serie que arranca con pasajeros de un avión que sobreviven a un accidente aéreo en una isla paradisíaca. Los argumentos se repiten. El bien y el mal; liderazgos grupales y supervivencia ante la adversidad. La condición humana expuesta a flor de piel.
Lo sobrenatural obliga al agrupamiento de las personas por un objetivo ulterior. Consignas que se repiten, temporada tras temporada. La ciencia ficción también hace lo suyo y se cuela de lleno en la trama, como si fuese un protagonista más.
Tarde, pero seguro
El Eternauta recoge esos guantes. Se los apropia y los adapta a tierras porteñas. La banda sonora es rock nacional, el juego entre amigos ya no es Calabozos y Dragones (Stranger Things) sino el mítico Truco. Los modismos son argentos, “boludo” y demases se repiten en todos los episodios.
Entonces, si bien llega tarde, la serie dirigida por Bruno Stagnaro logra esa sagrada conjunción entre lo propio y lo foráneo. Entre la tecnología de la ciencia ficción puesta para servir una de las mejores producciones nacionales de los últimos tiempos y la actuación destacada de los actores de estas tierras.
La trama demanda una segunda temporada y así lo hicieron entender los protagonistas. Lo cierto es que una historia que muestra a extraterrestres apoderándose de Buenos Aires en una escena apocalíptica con una tormenta de nieve mortal es todo una novedad, pese a haber llegado tarde al mundo de las series.