Tras nuevo accidente fatal
El intendente de Pérez volvió a reclamar obras en la “curva de la muerte”

Pablo Corsalini reiteró su pedido a Vialidad Nacional para intervenir de forma urgente en este tramo de la Ruta 33.
El trágico accidente ocurrido en la madrugada del domingo en el tramo de la Ruta Nacional 33 conocido como la “curva de la muerte”, entre Zavalla y Pérez, dejó un saldo devastador: una mujer de 35 años y una niña de 4 perdieron la vida, y otras cinco personas resultaron heridas. La camioneta en la que viajaban volcó y terminó en un zanjón a la altura del kilómetro 782.
El hecho ocurrió minutos después de la 1 de la mañana, cuando la camioneta Chevrolet S-10 que se trasladaba desde Venado Tuerto a Rosario perdió el control y despistó violentamente. En el vehículo viajaban siete personas, integrantes de una misma familia, dos de ellas fallecieron en el acto. Se trata de Florencia Villarreal, oriunda de Rosario y jefe de Despacho del 911 venadense, en tanto que Corina Romero es el nombre de la pequeña.

A su vez, otras cinco personas resultaron heridas: el conductor, un hombre de 41 años, una mujer de 37 años y tres menores de edad de 10, 11 y 13 años. Todos fueron atendidos por los servicios de emergencias y derivados a hospitales.
Tras este lamentable accidente, el intendente de Pérez, Pablo Corsalini, volvió a alzar la voz para reclamar obras urgentes: “Esa curva se ha llevado muchísimas vidas. Es una traza extremadamente peligrosa: después de una recta larga y veloz, se encuentra una curva y contracurva que atraviesa una vía y desemboca en un gran zanjón. Si no se garantiza mantenimiento ni seguridad, la tragedia es inevitable”, señaló en diálogo con “A pesar de Todo” (LT29).
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Tres años sin respuestas
Corsalini explicó que hace más de tres años que desde el municipio reclaman ante Vialidad Nacional por mejoras estructurales y por la reposición de la iluminación, pero no han tenido respuesta: “Enviamos notas, gestionamos reuniones y hasta presentamos una carta documento. Estamos pidiendo algo básico: que no sigan muriendo personas”.

El mandatario local detalló que el alumbrado en la zona está completamente fuera de servicio tras el robo de un transformador, y que ni siquiera han podido reponerlo por trabas burocráticas: “Es una ruta nacional, pero si nos habilitan, nosotros mismos podríamos reponerlo. Ni eso permiten”.
Frente a esa situación, se intentó instalar señalización con luces solares de emergencia, aunque no funcionaron como se esperaba. “No es la solución definitiva, pero podría salvar vidas. Hoy, entrar a esa curva es hacerlo a ciegas”, lamentó Corsalini.
El deterioro vial
El intendente también advirtió que la Ruta 33, que cruza el casco urbano de Pérez, recibe un caudal enorme de tránsito pesado, especialmente en época de cosecha. “Somos el antepuerto de los camiones del cordón agrícola. La calzada está abollada, las banquinas intransitables, y no hay guardarraíles. El deterioro es constante y no hay mantenimiento”, sostuvo.
Corsalini remarcó que “el abandono de la obra pública y el mantenimiento vial por parte del Gobierno Nacional ya se cobró demasiadas vidas”. Y destacó que el tramo debería ser prioridad en el marco del proyecto de la Autovía Rosario-Rufino, que está totalmente paralizado.
“No queremos quedar de brazos cruzados. Queremos ser parte de la solución. Si no pueden hacer la obra, al menos que nos dejen intervenir. Lo que no puede pasar es que se sigan muriendo personas y nadie se haga cargo”, cerró el intendente.