"La alegría del amor"
El legado del papa Francisco para las familias

Francisco destacó siempre la importancia del matrimonio y la familia como respuesta a muchos de los problemas actuales de la sociedad.
Ariel Trinadori
Estos días, junto a una gran tristeza, muchos recordamos con gratitud la vida y entrega del papa Francisco. Entre los innumerables aportes de su pontificado, quisiera destacar uno que resuena profundamente en mi ámbito profesional: Amoris Laetitia. Este documento subraya que el bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia.
Fruto de los Sínodos de la Familia, Amoris Laetitia ("La alegría del amor") aborda temas fundamentales como el matrimonio, la educación de los hijos, la espiritualidad familiar y el acompañamiento en situaciones de fragilidad.
Su mensaje ha sido, en mi opinión, incomprendido en ocasiones debido a lecturas parciales o prejuicios, cuando en realidad su enfoque práctico lo convierte en una guía esencial para las familias.
Como en la mayoría de sus escritos Francisco no se detuvo en lo teórico, en la doctrina, lo dio por supuesto, e hizo foco especialmente en aspectos prácticos.
En "La alegría del amor" el papa destacó la importancia del matrimonio y la familia como respuesta a muchos de los problemas actuales de la sociedad, ofreciendo también con el documento aliento, estímulo y ayuda a las familias en su entrega y en sus dificultades.
En su esfuerzo por dejarnos una Iglesia de todos y para todos, nos pidió ser signos de misericordia allí donde la familia sufre por las distintas situaciones que le impiden que se realice o desarrolle plenamente. Trajo de nuevo la idea de que Dios, uno y trino, es familia. Y la realidad de la cotidianeidad del hogar como Iglesia doméstica.
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También destacó el valor del matrimonio y llamó la atención en cuanto a la idealización teológica del mismo, lejano de la situación concreta y de las posibilidades efectivas de las familias reales. Pidió a la vez que se libere a las familias del peso de tener que reproducir de manera perfecta la unión de Jesús y su Iglesia.
Retomando lo mencionado al principio, acerca del punto de vista práctico dado por Francisco al documento, considero que su aporte más significativo es el capítulo cuarto donde se refirió al amor en el matrimonio y en la familia.
En el mismo desarrolló la carta de San Pablo a los Corintios, conocido como el himno a la caridad. En este apartado el papa dio las claves concretas para alcanzar la plenitud del amor conyugal, aplicándolas en lo posible en el día a día de las familias.
Así, por ejemplo, Francisco mencionaba que hay que ser pacientes, lentos para la ira; tener actitudes de servicio, para hacer el bien al otro; sanar las envidias y los celos, porque hacen que la persona se centre demasiado en sí mismo; no alardear ni agrandarse, porque atenta contra el amor humilde y desinteresado; tener amabilidad, para ver más allá de los límites del otro y superar las diferencias; ser desprendidos, generosos sin esperar nada a cambio; no tener violencia interior, es decir no reaccionar con ira o indignación ante molestias que nos ocasionen; perdonar y no ser rencorosos, mirándonos a nosotros mismos en primer lugar; alegrarse con los demás; perdonar todo, guardando silencio ante las limitaciones del otro; confiar, dejando en libertad al otro; esperar, pensando que el otro puede cambiar y aceptando que no todo es como se desea; soportar todo, aceptando con espíritu positivo todas las contrariedades.
En cuanto a la educación, Francisco recordó que los hijos no son propiedad de los padres, sino que tienen su propio camino. Subrayó la necesidad de inculcar hábitos simples pero poderosos, como el uso de las palabras por favor, permiso y gracias, para transformar la convivencia familiar. Finalmente, fiel a su estilo sencillo y cercano, dejó consejos prácticos: "Peléense todo lo que quieran, pero hagan las paces antes de dormir. Terminen el día en paz, con un gesto o una caricia".
Con esas palabras, Francisco invitó a las familias a fortalecer sus lazos y construir un hogar donde todos, especialmente los hijos, se sientan amados y seguros. Muchas gracias Francisco por tu vida y entrega, y principalmente por tu amor incondicional a todas las familias.
(*) Abogado. Licenciado en Ciencias Para la Familia y Perito en Procesos de Nulidad Matrimonial.