Agricultura
Girasol: exportaciones y molienda en el mejor momento del siglo
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Con precios sostenidos, fuerte demanda externa y una cosecha local abundante, el complejo girasolero vive su mejor inicio de campaña en dos décadas.
(Por Agustina Azcoaga) - En un contexto donde la mayoría de los commodities agrícolas experimentaron retrocesos, el girasol fue la excepción. Precios firmes, demanda internacional sostenida y una cosecha local abundante impulsan exportaciones y molienda de girasol a niveles inéditos desde el año 2000, según un relevamiento de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En el informe, realizado por Matías Contardi y Emilce Terré se señala que, en lo que va del año el aceite de girasol promedió valores un 25% superiores a los de 2024, siempre por encima de los 1.000 dólares por tonelada, alcanzando así el registro más alto desde 2022.
La cosecha 2024/25, estimada en 4,7 millones de toneladas, coincidió con un mercado internacional desabastecido debido a la caída productiva en Ucrania, uno de los principales actores mundiales.
Este contexto impulsó tanto los precios como el volumen de exportaciones. Hasta julio, Argentina exportó 900.000 toneladas de aceite de girasol, el mayor volumen desde 2006. Si se suman los envíos de pellet y semilla, las exportaciones totales del complejo alcanzaron 1,75 millones de toneladas, el nivel más alto en 23 años, según datos relevados por la Bolsa de Comercio de Rosario.

El impacto económico también fue significativo: en los primeros siete meses del año, el valor exportado totalizó 1.184 millones de dólares, un 35% más que en el mismo período de 2024.
El impacto económico también fue significativo: en los primeros siete meses del año, el valor exportado totalizó 1.184 millones de dólares, un 35% más que en el mismo período de 2024. El aceite representó más de 980 millones de dólares, con un salto interanual del 42%.
Industria local en expansión
El auge exportador se reflejó también en la molienda nacional. Durante el primer semestre, se procesaron 2,2 millones de toneladas de girasol, el mayor volumen desde que existen registros de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (2005). Esto permitió superar el millón de toneladas en producción de aceite y harina.
En paralelo, el movimiento de camiones hacia puertos y plantas industriales marcó cifras récord, con 2,85 millones de toneladas descargadas hasta julio. Los principales polos de actividad fueron Quequén, con 716.000 toneladas, y San Lorenzo, con 727.000.
De cara al cierre de campaña, las proyecciones anticipan un crushing total de 4,2 millones de toneladas, el mayor desde 1999/2000. En la Región Centro, el procesamiento de semillas se incrementó un 26% respecto del ciclo anterior.
Factores internacionales que favorecen a Argentina
El panorama favorable se explica, en gran parte, por lo ocurrido en la región del Mar Negro, que concentra el 57% de la producción mundial de girasol. Durante la campaña 2024/25, una sequía redujo un 14% la cosecha y un 15% la industrialización. La menor oferta de Ucrania y Rusia dejó vacantes en el mercado global que Argentina supo capitalizar.
Para la campaña 2025/26, se proyecta una recuperación parcial en la región: Ucrania aumentaría su producción un 16% y Rusia un 11%, alcanzando en conjunto 33,1 millones de toneladas. Sin embargo, los bajos niveles de stock mantendrán ajustada la relación stock/consumo, cercana al 6%, lo que podría contener posibles caídas de precios.

El impacto económico también fue significativo: en los primeros siete meses del año, el valor exportado totalizó 1.184 millones de dólares, un 35% más que en el mismo período de 2024.
Perspectivas para el ciclo 2025/26
En Argentina, las condiciones de humedad y la mejora en los precios alientan una expansión del área sembrada. Se estima que la superficie alcanzará 2,4 millones de hectáreas, un 9% más que en 2024/25 y un 31% por encima del promedio de la última década. Con rendimientos tendenciales, la producción podría acercarse a las 5 millones de toneladas, un volumen que no se registra desde el siglo pasado.