Convocatoria en Matilde
La campaña del trigo arranca con calma climática y miedos por Trump

Los pronósticos de Niño neutro redujeron incertidumbres. La macro mira una divisa que acompañaría a la baja inflación y precios de commodities en un contexto internacional errático.
El índice de incertidumbre mundial que recopila datos de 143 países está "muy por encima del Covid"; se desconoce si la Fed de EE.UU. bajará las tasas (beneficio eventual para la Argentina); hay "volatilidad" en el precio de los commodities y "la soja no volverá a precios de hace un año (está 10 a 15% por debajo). Las lluvias serían regulares dentro de un Niño "neutro" y el dólar en la argentina acompañará a la inflación en baja, dentro del rango promedio de flotación entre bandas.
Fausto Spotorno, economista y Leo De Benedictis, meteorólogo, le hablaron ayer a los productores que, como cada año, llenaron el salón del Museo del Trigo de Matilde, convocados por el molino de esa localidad, para analizar opciones de cara a la campaña de siembra por iniciar y a la cosecha de fin de año. La industria es la que procesa esos granos -en su mayoría de la zona- comprados a quienes asumen el riesgo en el país que discute qué pasará con las retenciones.
Spotorno explicó que el mayor flujo de capitales fundamenta lo que sucede con el tipo de cambio.
Las proyecciones de De Benedictis no despejaron las dudas siempre latentes sobre las famosas "tormentas localmente fuertes" o las diferencias de agua entre lotes vecinos. Pero los promedios del pronóstico para el período de la campaña muestran que no habrá ni excesos ni falta de precipitaciones de aquí a fin de año en la región de siembra. La "neutralidad" en el fenómeno de El Niño no garantiza condiciones óptimas, pero achica el margen de las incertidumbres.
Los interrogantes están en el plano mundial gracias a Donald Trump y su errática política de aranceles. "Cayó la actividad en Estados Unidos, que es 20% de la economía mundial, y China crece al ritmo del mundo", (4,5% según el BM este año), por lo que -según Spotorno- la baja de tasas de la FED que beneficiaría inversiones fuera de Estados Unidos, no es inminente. Y los precios de los commodities tienen allí un gran interrogante.
Más aún: "100% de las baterías de Tesla son chinas" ejemplificó el economista, para señalar que la alternativa de Japón es más cara y la ecuación ofrece al consumidor norteamericano "recesión con inflación". Un fenómeno habitual en latinoamérica que la administración Trump ha "importado" a su país.
Spotorno señaló que los indicadores del SP500 de Wall Street siguen el derrotero de crisis de la economía norteamericana en el camino de lo que sucedió con la de las "puntocom", la del petróleo o la de las hipotecas subprime.
El economista le dijo a los productores que "sin embargo llueve" y las perspectivas de la Argentina esta vez no agudizan el proceso mundial. Recordó que las proyecciones de crecimiento están en 5,5% según el Banco Mundial para el PBI argentino. Estimó que la inflación de abril y mayo se instalará en 2,6% para luego caer y que la inversión es el dato decisivo para determinar si finalmente se superará el estancamiento que ya supera 10 años en el país.
La macro mira una divisa que acompañaría a la baja inflación. Gentileza
La voz industrial
En ese contexto, René Mangiaterra -presidente de Molino Matilde- recordó que la planta está haciendo inversiones. La idea es llevar la capacidad instalada de 240 toneladas diarias (25% se exporta) a 390 toneladas por día, en la primera etapa de las obras ya iniciadas, de aquí a cuatro años. La planta industrial está trabajando 24 horas por día sin descanso, salvo por paradas técnicas o "en Navidad".
Las obras incluyen una inversión en nuevos equipos que deben importar desde Suiza (no se fabrican en el país) y que le permitirán sostener el plan de expansión. Aunque "no somos productores" -aclaró ante la consulta de El Litoral- el directivo señaló que el nivel actual de la divisa les permite sostener los embarques al exterior (lo hacen por contenedores y camiones que van al puerto de La Plata) para mercados de Brasil y Bolivia. Las harinas también se exportan a Chile.
Entre la determinación de los productores y la expansión fabril (el molino provee harinas de consumo industrial que terminan en las góndolas argentinas para consumos masivos), Spotorno reconoció que la economía argentina enfrenta las "expectativas de las elecciones de medio término" que, de consolidar la escena política, permitirán estimar el tipo de cambio flotando a la par de una inflación en baja, como condición para sostener la recuperación.
Una en la que el economista prevé que los sectores con mayor dinamismo serán el de los exportadores vía reducción de impuestos y los no transables (construcción y servicios), además de los capital intensivos. En ese hipotético escenario, los "perdedores" serían aquellos expuestos a competir con productos importados.