Análisis especializado
Las importaciones tensionan el modelo económico

Raúl Ochoa y Gómez
El principal dato económico de abril de 2025 fue el aumento de las importaciones en un 41,9%, haciendo caer el superávit comercial en U$S 1.600 millones. Ese monto, representa el costo implícito del dólar barato, una obviedad que el gobierno nacional ha tratado de minimizar, pero que tiene un fuerte impacto en la sostenibilidad del modelo económico a mediano y largo plazo.
Analizando los dos principales sectores de bienes transables, vemos que el automotriz tuvo un déficit de U$S 800 millones (en crecimiento), mientras que la balanza comercial energética tuvo un superávit de U$S 460 millones (20% menor que hace un año).

Siguiendo esta línea, todos los rubros mostraron fuertes aumentos en las cantidades importadas, destacándose: vehículos de pasajeros (219%), combustibles y lubricantes (70%), bienes de consumo (68%) y bienes de capital (65%). La mayoría de estos bienes provienen de nuestros dos principales socios comerciales, Brasil y China.
Implicancias
La estrategia de fortalecer el peso y reducir las restricciones a las importaciones es una de las principales herramientas del programa anti-inflacionario del gobierno nacional. Además, es una excelente noticia para una economía saturada de controles y limitaciones.
Sin embargo, esta política, no está exenta de riesgos, ya que Argentina se expone fuertemente a los shocks externos, se aumenta el gasto en dólares y no se recomponen las reservas del Banco Central.
De esta manera, el tipo de cambio juega un papel clave en esta ecuación, encontrándose bajo un proceso de apreciación real desde hace dieciocho meses y posiblemente lo continúe haciendo hasta octubre, empeorando aún más el déficit externo.
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El lado positivo es que este escenario favorece la incorporación de maquinaria y tecnología, brindando una oportunidad para mejorar la competitividad y revertir -a mediano plazo- las consecuencias no deseadas de este "boom importador".
Un poco de contexto
Para tener una mayor perspectiva, deberíamos analizar brevemente la historia reciente del comercio exterior en Argentina, y es ahí donde vemos que durante los últimos veinte años se exportaron prácticamente los mismos volúmenes físicos, obviamente con algunos periodos mayores y otros menores, pero sin una tendencia alcista.
En este marco, si se continua con un proceso de estabilización y se toman las medidas adecuadas existe un gran potencial para aumentar el comercio, incluso podría duplicar su participación en la economía.
A modo de ejemplo podemos resaltar que nuestro comercio exterior representa el 25% del PBI, mientras que en el Latinoamérica ese ratio es del 49% y a nivel mundial cerca del 60%. Es decir que actualmente Argentina es una de las economías más cerradas del mundo.
Proyecciones 2025
Este proceso de crecimiento de las importaciones, sumado a la caída en los precios de nuestras exportaciones, en un contexto de fuerte apertura, normalización del comercio exterior, apreciación cambiaria y expectativas de mayor consumo, generarán una demanda aún mayor de las importaciones para los próximos meses.
Lo que suceda con las exportaciones es más difícil de predecir, porque tratándose principalmente de commodities, sus precios dependen del mercado internacional, aunque es esperable que aumenten levemente.
En este marco, el 2025 evidenciará una caída neta del superávit comercial con respecto al año anterior. Lo cual genera algunas alarmas para tener en cuenta pero aún no pone el programa económico en crisis.
En cuanto al próximo año, la evolución del resultado comercial dependerá fundamentalmente del aprovechamiento de la capacidad instalada y el incremento en la productividad real que se genere en la economía de aquí en adelante.
Performance exportadora: cómo mejorarla
Para generar un crecimiento sostenido de nuestras exportaciones, es necesario avanzar con las políticas macroeconómicas actuales, aunque esto, solo representa el primer paso.
Argentina debe aumentar la cantidad y calidad de los bienes y servicios exportables, ya que nuestro problema es principalmente de oferta. Es decir, no deberíamos poner el foco tanto en firmar acuerdos comerciales (también necesarios), sino en mejorar nuestra productividad.
Para lograr esto necesitamos tomar las siguientes medidas:
1) Incrementar el financiamiento a la actividad productiva, de forma que crezca rápidamente la inversión privada;
2) Lograr un funcionamiento eficiente del Estado, para transformarlo en un motor de la economía y no en un obstructor;
3) Mejorar la logística y el transporte (claves);
4) Aumentar la dotación de capital humano en las materias que demanda el mercado;
5) Lograr una convergencia tecnológica con los países más desarrollados.
(*) Economista.