¿Qué significa hoy ser un trabajador?
Nuevas formas de ganarse la vida en sociedades digitales y precarizadas
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La Friedrich Ebert Stitfung (FES) presentó una publicación que lleva por título "Las y los novísimos trabajadores ¿Cuantas changas para un salario digno?", donde describe las nuevas modalidades de trabajo y el vínculo con las ultraderechas ante la defección de las instituciones tradicionales, particularmente en Argentina.
(Por Gabriel Rossini) - El mercado del trabajo viene reconfigurándose en todo el mundo con una dinámica inusual y compleja, donde el impacto de las innovaciones y la digitalización alcanzaron una profundidad difícil de asimilar por las organizaciones gremiales. Y que fue aprovechado por partidos y referente de la derecha y ultraderecha para ganar cada vez más adhesiones, ya que indagan con mayor eficacia que los partidos tradicionales las subjetividades de los trabajadores, marcadas por crisis económicas, precarización del empleo, caída de los ingresos, lo que perciben como ausencia del Estado y cuestionamientos al accionar de los sindicatos. Esto junto con nuevas formas de generar ingresos en las plataformas como la venta en las redes, las apuestas, las criptomonedas y la especulación financiera.
La Friedrich Ebert Stitfung (FES) ha presentado un trabajo que lleva por título "Las y los novísimos trabajadores ¿Cuantas changas para un salario digno?", producido por Esther Solano, Pablo Romá, Cecilia Feijoo y Thais Pavez, en el que abordan los nuevos desafíos que se presentan a partir de los cuestionamientos por parte de buena parte de los trabajadores -sobre todo los más jóvenes y precarizados pero también una parte importante de los tradicionales-, a las instituciones laborales sobre las que se construyó el Estado de Bienestar. Ese factor, junto al avance del capital financiero, ha impulsado con éxito el individualismo por sobre la construcción colectiva, donde no corre el "nadie se salva solo", sino el "cada uno se salva solo" o su versión extrema: el "sálvese quien pueda".
"Nuestras sociedades parecen construirse ya no sobre la base de la clase trabajadora y sus organizaciones de representación, sino sobre el empoderamiento de sujetos autónomos, 'dueños de sus propias decisiones y libres de las coacciones de la economía del trabajo'", dice la introducción del trabajo, ante lo cual los autores oponen aportes para fortalecer las instituciones que proponen la inclusión y la solidaridad a través del empleo y el trabajo. "Cada vez menos se identifican como trabajadores y más como empresarios de su propia vida", advierten.

Las plataformas digitales y redes sociales, cada vez más presentes en la economía argentina.
Nuevo ecosistema
Desde hace años en Argentina viene mutando el mundo del trabajo como consecuencia de tendencias universales, como el crecimiento de la economía de las plataformas y emprendimientos digitales (Uber, Only Fans, Inversiones financieras y en criptomonedas, servicios informaticos, etc) y el avance de la inteligencia artificial en las actividades económicas y de servicios, pero también por procesos propios que vivimos desde hace años como la precarización laboral y de ingresos producto de las crisis económicas y políticas que hicieron del pluriempleo un camino de sobrevivencia y del desconocimiento de la representación sindical por parte de una buena parte de los nuevos trabajadores, pero también de los más viejos.
Estos cambios hicieron cada vez más difusas las fronteras entre empleados tradicionales y nuevos y novísimos trabajadores, que se vuelcan a la economía de plataformas y a los emprendimientos personales generando nuevas identidades -donde por ejemplo la estabilidad dejó de ser un valor importante-, muchas de las cuales combinan un empleo de ingresos fijos con iniciativas individuales para incrementarlos. Allí es donde se refuerza un discurso meritocrático, que es mejor aprovechado por las derechas que por los partidos tradicionales, que machacan sobre un orden social que privilegie el individuo y el mercado, y donde hasta los trabajadores formales incorporan a su vida la lógica del emprededurismo.
"La histórica precarización laboral en Argentina y las figuras de un Estado ineficaz y una casta que abandona e incluso obstaculiza al ciudadano de a pie, hace que, entre trabajadores precarizados e informales, la idea de la salvación individual sea cada vez más fuerte. Si los salarios llevan años disminuyendo, el Estado me entorpece y los sindicatos no se preocupan por mí… la salida soy yo mismo", resume el informe de la Fundación, situación que además genera una sensación de injusticia entre quienes están fuera de la formalidad o no llegan a fin de mes, que deriva muchas veces en apoyos a quienes prometen hacer "explotar" el sistema.

El informe de la FES analiza las nuevas identidades laborales y el impacto político.
"Extractivismo"
Una de los nuevas actividades que se analizan en el trabajo es la del "extractivismo digital", a la que define como una nueva estrategia de supervivencia económica para una parte de la sociedad a la que le cuesta incorporarse al mercado formal, especialmente los jóvenes y las mujeres, a través de actividades como las criptomonedas, las apuestas y la venta por redes sociales, que se presentan como "una tierra de oportunidades" si se pone en la tarea esfuerzo y creatividad. En 2023 se estimó que el 8% de los trabajadores en Argentina obtenía ingresos por plataformas y en 2024 Argentina fue el país latinoamericano que lideró la compra de criptomonedas.
La derecha (y la extrema derecha) es la que más partido ha sacado de esta situación, porque es la que mejor interpela a estos ciudadanos precarizados, sub empleados, explotados, con ingresos que no cubren las necesidades básicas, que cargan con una profunda sensación de injusticia. Y es porque les habla de un futuro mejor, más libre, con menos trabas del Estado y menos impuestos, con promesas de enriquecimiento rápido en contexto donde el emprendedor pueda desarrollar todas sus destrezas y saberes alcanzando el éxito personal, aunque ello implique pérdida de derechos sociales y laborales. Y esto contra quienes prometen el regreso de un pasado idílico que cada vez tiene menos testigos, y que hoy solo pervive en algunos pocos sectores de la economía, que no alcanzan a contrarrestar la potencia libertaria que les viene ganando la batalla.
Esta combinación de emprendedurismo, libertad, independencia, ganarse la vida desde su casa que le evita la inseguridad de la calle, sentimiento de soledad ante la ineficiencia del Estado y la sensación de que los gremios no los defienden, ha producido una generación de trabajadores que terminan en su gran mayoría autoexplotados, como consecuencia del pluriempleo, que las formas de comunicar de la derecha convierte en un "sacrificio honroso". Como describe el informe, "el emprendimiento seduce porque proporciona una fuerte dosis libidinal: aventura creativa, maximización del propio potencial, rapidez en la obtención del resultado y la promesa del éxito individual".

El “precariado” combina inestabilidad, múltiples empleos y autoexplotación.
Una nueva clase social
Este nuevo ecosistema creó en Argentina una nueva clase social, que el trabajo de la Fundación denomina "precariado". Sus características son la inestabilidad, la flexibilidad forzada y la desprotección social, y que se podría definir como integrada por trabajadores que tienen muchos empleos, formales e informales y que, a diferencia del trabajador formal de otros tiempos, le hacen perder identificación con algún lugar en particular.
El ciudadano trabajador convertido en ciudadano productor-consumidor, que exalta al empresario pero sospecha de las elites económicas; que está en contra de los sindicalistas (a los que considera "casta"), pero que quiere mantener la mayoría de las históricas conquistas gremiales de los trabajadores argentinos; que cree que las políticas de desregulación lo benefician y que, aunque su situación no ha mejorado mucho, sigue creyendo que va a poder salir en el futuro de esa situación por el esfuerzo individual, es parte del nuevo mundo del trabajo.
Muchos desafíos tienen por delante los sindicatos si quieren revertir esta situación que avanza, entre otras razones, porque no se encuentra con interlocutores que pueda discutir con eficacia esa lógica. Las derechas van ganando en el imaginario colectivo la batalla por el sentido común sin que aparezca nadie que las neutralice y las haga retroceder. Propiciar nuevas formas de sindicalización entre quienes trabajan en soledad como los remotos, organizarse para ser receptivos a los problemas de una realidad que combina trabajadores formales e informales, asesorar a quienes trabajan a través de plataformas en todo lo referido a la protección laboral, adoptar nuevas formas de comunicación más rápidas y con lenguajes acordes a la época y volver a los territorios reforzando su presencia en la calle, son algunas de las propuestas contenidas en el trabajo.