Favelas teñidas de sangre
Río en llamas: muertos, drones bomba y el Comando Vermelho
:format(webp):quality(40)/https://sur24cdn.eleco.com.ar/media/2025/10/muertes_en_rio.webp)
La intervención masiva en las favelas del emblemático estado brasileño revela el poder del narcotráfico y la debilidad estatal. La comunidad internacional observa con preocupación.
Por Iván Ambroggio (*)
Río de Janeiro amaneció este 28 de octubre de 2025 convertida en un campo de batalla.
La denominada Operación Contención, la más letal de la historia reciente de la ciudad, dejó un saldo inicial provisional de por lo menos 64 muertos (ver aparte la actualización de esta cifra), incluidos cuatro policías, y 81 detenidos en las favelas Alemão y Penha, bastiones del Comando Vermelho (CV), la facción criminal más antigua y poderosa de Brasil.
Más de 2.500 agentes, respaldados por drones, helicópteros, 32 blindados y vehículos demoledores, irrumpieron en el territorio para frenar la expansión territorial de esta organización.
La respuesta del CV fue devastadora: ataques con drones armados con explosivos -un modus operandi inédito en su escalada bélica-, barricadas con 50 vehículos robados que paralizaron avenidas clave como la Brasil y la Línea Roja, y un caos que obligó el cierre de escuelas, universidades y alteró el transporte público.
Este megaoperativo, calificado por el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro como una "guerra contra el narcoterrorismo", no es un hecho aislado. Río alberga 1.018 favelas según el Censo de Favelas 2023 del Instituto Municipal de Urbanismo Pereira Passos (IPP).
Estos asentamientos informales acogen a 1,5 millones de personas -23% de la población- en terrenos empinados ideales para el control narco. Estos laberintos urbanos, nacidos en la década de 1940 por la migración rural, se han convertido en feudos criminales: el CV domina docenas de ellos, imponiendo impuestos por protección, extorsión y tráfico de drogas.
Operativo policial el martes 28 de octubre. Crédito: Reuters/Aline Massuca
Río padece diariamente la amenaza de facciones armadas como el CV o milicias paramilitares, lo que constituye un flagelo con fuerte influencia territorial. El origen del Comando Vermelho se remonta a la década de 1970, en las prisiones de la dictadura militar brasileña, como la infame Cândido Mendes (Ilha Grande).
Allí, delincuentes comunes se aliaron con presos políticos de izquierda para formar un grupo de autodefensa contra la brutalidad carcelaria. Tras la amnistía de 1979, viraron hacia el narcotráfico.
Según el Relatório Anual de Rotas do Tráfico de Drogas no Brasil (2025) de la Polícia Federal, la cocaína boliviana y colombiana ingresa principalmente por la Amazonia, se refina en laboratorios clandestinos y se distribuye desde favelas estratégicas como Rocinha, la mayor de América Latina.
El modus operandi de estos grupos es el control territorial absoluto: reclutan niños como soldados, imponen toques de queda y ahora emplean tecnología bélica como drones adaptados para lanzar granadas, inspirados en conflictos como Ucrania.
El Primeiro Comando da Capital (PCC), originado en São Paulo en 1993, es archienemigo del CV. Sus enfrentamientos, principalmente por rutas de cocaína (según UNODC World Drug Report 2025, fuente que respalda estadísticamente esta nota) han costado miles de vidas. La policía brasileña responde con operaciones masivas y de alta letalidad.
La de hoy superó las anteriores: Jacarezinho 2021 (28 muertos), Vila Cruzeiro 2022 (23 muertos) y Baixada Fluminense 2005 (29 muertos). Bajo el gobierno de Castro -aliado de Bolsonaro—, Río acumula los tres combates más sangrientos desde 1990, según la Universidad Federal Fluminense.
Críticos como la ONG Movimentos lo tildan de "política de exterminio", con 2.905 civiles y 31 policías muertos en 707 incursiones desde 2007. El contraataque del CV dejó en evidencia fallas en inteligencia y refleja la crisis del crimen organizado en América Latina, epicentro mundial de violencia: esta región posee una tasa de 20 homicidios cada 100 mil habitantes, tres veces el promedio mundial.
Luiz Inacio Lula da Silva. Crédito: Reuters/Mateus Bonomi
InSight Crime alerta que facciones como CV y PCC internacionalizan rutas, tejiendo alianzas con carteles mexicanos para exportar drogas a Europa y Estados Unidos. Los enfrentamientos tienen lugar mientras Río se prepara para la Cumbre Mundial de Alcaldes C40, la ceremonia de entrega de premios Earthshot Prize y la XXX Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém.
La escalada tecnológica del CV exige estrategias integrales: inteligencia federal, pacificación social, inclusión y alternativas económicas para las favelas. De lo contrario, el crimen organizado no solo paralizará Río, sino que exportará su caos a la región.
Mientras los diarios del mundo muestran a Brasil luchando con sus propios demonios, crecen la tensión y el debate sobre una hipotética intervención de Estados Unidos en el gigante del Mercosur.
(*) El autor es Analista internacional especializado en seguridad y defensa en Estados Unidos.
Suben a 132 las muertes (1)
La operación policial lanzada el martes pasado en Río de Janeiro, Brasil, la más letal de la historia de la ciudad brasileña, ha dejado 132 muertos, entre ellos cuatro agentes, tal cual lo informó este miércoles la Defensoría Pública regional.
Esta institución, encargada de ofrecer asistencia legal gratuita, divulgó la nueva cifra de fallecidos (inicialmente se informó de 64), después de que habitantes de los barrios afectados se lanzaran a buscar a familiares desaparecidos y empezaran a juntar decenas de cuerpos en una plaza.
Funcionarios del organismo acompañan desde la madrugada de este miércoles las búsquedas en la favela de la Penha, uno de los focos de la operación, y están presentes en los institutos forenses responsables de la identificación de los cadáveres, según un comunicado.
Asimismo, la Defensoría Pública afirmó que recabó testimonios de habitantes y familiares de los fallecidos para "contribuir a la necesaria respuesta institucional ante la violencia estatal nunca vista".
Al margen de los datos anteriores, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Cláudio Castro, durante una rueda de prensa dijo que, hasta el momento de dirigirse a la población, a él le constaban 58 muertos, aunque reconoció que la cifra "seguro" cambiará.
Los cadáveres encontrados por los familiares, todos de hombres, quedaron tendidos uno al lado del otro en el suelo de una plaza de la favela Penha, a la vista de los vecinos, como pudieron comprobar distintas agencias informativas internacionales.
(1) Agencia Deutsche Welle.

